El Cassette



EL Casete

La historia la escribe quien gana las guerras. La historia de los perdedores no es conocida por el resto de la sociedad, así ha sucedido en todos los conflictos humanos, cada parte trata de escribir en los demás su propia historia y se cae en los peores de los abusos, tal como lo practicaron los egipcios, al suprimir parte de esas historias y lo peor, en adjudicarse victorias que nunca pelearon. Hay una sola versión, héroes y mártires mostrados en la versión ganadora, demostrando con cada narrativa las razones de sus decisiones, justificando sus acciones y exaltando sus victorias.

Cuando hemos investigado el lado contrario de esas historias de héroes y mártires, ese lado perdedor, o ese lado “opresor” que fue necesario combatir, expulsar y destruir. Al escuchar la historia contada por la parte del que "perdió", no narrada por el vencedor, sino por el perdedor mismo; entonces, es cundo cobra sentido esos vacíos que quedan en los relatos y las preguntas no respondidas por el “ganador”. Conocer los dos lados de la moneda. Las historias siempre tienen dos lados, como los antiguos vinilos y casetes de música de los 80's, el lado A y lado B. 

Las historias desde ambas perspectivas permiten hacernos un juicio objetivo, conocer las razones ya sean altruistas o no, viables o no, verdaderas o no, responsables o no, justificadas o no, nos permites darnos a la tarea de ser empáticos con ambos protagonistas de la historia. Recordemos que en el camino de la vida el guion de nuestras historias se escribe día tras día, paso a paso, metiéndonos en problemas y saliéndonos de ellos, no tenemos manuales, no tenemos un software con la guía incorporada, por el contrario, es un software formateado dónde tú escribes sus comandos.

Por lo tanto, cuando estemos en conflictos con otra persona, démosle el beneficio de la duda, también expongamos las posibles razones de su comportamiento con nosotros, a lo mejor, quizás hemos sido nosotros quienes propiciamos el conflicto y nuestro ego no permite mirar ese lado B, el evaluar los conflictos, permite poder cambiar el rumbo de nuestras vidas, aun teniendo la razón o no en dicha situación, el analizar con la cabeza fría permitirá hacer pequeños cambios en nuestra brújula objetiva y evitar en la próxima tempestad, los errores posibles que hayamos cometido o en su defecto aplicar la fórmula ganadora, dependiendo de las circunstancias; También, consideramos ser objetivos cuando no somos quienes estamos siendo protagonistas de una película de acción, murmuración y guerra entre dos partes importantes en nuestras vidas; ejemplo, peleas entre amigos comunes, familiares, madre y padre etc. Ahí debemos considerar el lado A y B de las historias, partir de la empatía y el respeto entre las partes, no podemos ser enemigos de quien no ha sido malo con nosotros, debemos poner en una balanza las historias, pensemos antes de proferir juicios, miremos los motivos de cada personaje, examinemos el guion y después pongamos en claro, que, aunque alguien tenga la razón, el otro tiene también su verdad de los hechos.

Somos amigos, hermanos, hijos, padres, pero, debemos ser responsables; miremos, cuántas amistades se han perdido por no tener capacidad de ser objetivos al evaluar las circunstancias que llevaron a una ruptura familiar, de amigos o de nuestros padres. Nos llevamos al plano personal conflictos de terceros que, aunque me afecten emocionalmente por ser ambas partes apreciadas por mí, debo considerar si es sensato apartar de mi vida a uno de ellos o a ambos, si aplicamos la sensatez, entonces escuchamos, entendemos, damos un feedback y luego afianzamos ambas relaciones; de lo contrario, si una de las partes pide que le demos la razón y cortemos con la otra, entonces ahí sale la verdadera responsabilidad con objetividad, al negarnos ser parte de un daño colateral de personas adultas que deberían poder perdonar, dejar ir y seguir sus vidas sin involucrar a quienes consideran sus amigos o familiares más cercanos.

Leamos los siguientes concejos bíblicos:

 Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Ro. 12:18

 Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. Ro. 14:19

 No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios. Ec. 7:9

 Meterse en pleitos ajenos es como agarrar a un perro por las orejas. Pro. 26:17

  

Es muy claro el orden de Dios para nosotros, si queremos la paz debemos seguirla, tan simple como eso…


Por Richar José Buelvas Arrieta© 2022. Todos los Derechos Reservados.

Comentarios

  1. Excelente reflexión para tener en cuenta! Muchas veces solo tenemos en cuenta a la persona que mejor nos cae bien y su versión. Gracias!

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